Solo te tengo a ti, soledad
porque siempre
me acompañas
y llenas mi tiempo ya caído,
solo te tengo a ti.
Recuerdo que te soñaba con terror,
me angustiaba el saber que existías
y sin embargo ahora estas aquí,
inseparablemente a mi lado…
No sé en que
momento llegaste a mí,
pero te iba sintiendo llegar,
cuando descubrí,
las largas ausencias del ser
amado,
cuando sentí,
la indolencia a mis pesares,
la indiferencia a mi cariño,
cuando mi palabra no se oía,
cuando su mirada se perdía,
cuando mi presencia para él,
mas imperceptible se hacía.
Y mi luz se fue apagando
y mi brillo se perdía
y mis sueños se esfumaban
y mi canto se ahogaba
entonces llegaste tú, mi
querida soledad…
Al despertar, al anochecer,
en mis noches que ansío
ternura,
en mis días que espero
alegría,
en mis atardeceres tristes,
en mis amaneceres fríos,
solo te tengo a ti, soledad
Vienes a mí, con tristezas,
vienes a mí, con saudades
vienes a mí con angustias,
con recelo,
a compartir, mis momentos… de nada,
solo de tiempo perdido,
solo de largos silencios
solo de tristes
recuerdos,
que a veces te alejan de
mi….
Y luego, me envuelves en un manto invisible,
y no dejas que nadie se
acerque,
me aislas, me besas….
me estrechas, te sientas a
mi lado en silencio,
me inmovilizas y me paralizas con tu aliento….
Que sería de mi si no te
tuviera a ti,
solo tú estás conmigo, soledad,
mi
secreta amiga, mi buena compañera,
me haces fuerte, con tu
fortaleza,
me vuelves transparente con tu sinceridad,
me enseñas la fuerza de la
indiferencia,
enduras mi alma para sobrevivir….
Y así pasan los días,
y así pasan las noches
viviendo, sin vida…
me permites llorar, me permites sacar
esa tristeza que me desgarra
por dentro
y me quema cada día, sin sentirlo…
Solo tú, mi querida soledad
comprendes en silencio lo que siento…
y aun así,
no me das consuelo,
porque eres muy integra para
engañarme
eres muy fina, para ilusionarme,
nunca me dirás lo que yo quiero oír, nunca,
porque tú sabes
bien que él, no volverá….
Por eso, ahora
estas aquí y me enseñas
que el ruido más estrepitoso, es el silencio,
que el sufrimiento más agudo, no tiene lágrimas,
que el
dolor más intenso,
no tiene gemido,
que todo se queda guardado en el alma….
Solo te tengo a ti, mi
querida soledad
y no tengo a nadie más…
En el oscuro cuarto que
alberga mi existencia
ya tan solo llegan palabras
lejanas,
recuerdos tristes,
promesas quebrantadas,
amores egoístas,
rumores, de lo que pudo ser y no se logró,
lamentos de impotencia,
quejas del ayer,
que sucumbieron ante la amarga realidad,
del perdido y traicionero
amor…
Solo te tengo a ti soledad,
y por ello
ayúdame a fingir que no
tengo corazón,
enséñame lo más amargo del
desaliento,
para ya no sufrir,
para ya no llorar,
para vivir en la nada, en lo
etéreo
en tu infinita gracia, solo contigo,
Mi querida soledad…
JERAMEELL O.
17/03/2016